miércoles, 27 de junio de 2012

AUN ME QUEDAN FUERZAS PARA NO RENUNCIAR, PERO EL PRESENTE ES BASTANTE GRIS...

Me imagino que el maestro Libio Mejía y Carlos Calvache del colegio Agustiniano del centro, donde cursé la primaria y la profe Esperanza del Colegio Nacional Nicolás Esguerra, donde estuve dos años ya no están, no viven y se han marchado de este mundo. Sinembargo viven en mi, en el interior de lo que trato seguir descubriendo cuando escribo algo que me zumba en el oido, desde el rumiante, desde los intestinos y lo llevo a la hoja en blanco. Estos magnificos maestros y por supuesto Amparo Galindo me enseñaron a leer, los primeros presentándome textos maravillosos y ella comprando las mejores novelas que un niño pudiera devorar:  Viaje al centro de la tierra, Robinson Crusoe, El Principito, Oliver Twist; todos ellos comprados con el círculo de lectores en los primeros años de la década del 70.

Cuando lei este artículo me acordé de los orígenes del buen deseo por leer y escribir, desde el ejemplo que nos dan los buenos lectores y escritores como Camilo Jímenez.

Ojalá su ejemplo siga y exploremos aún mas sobre los graves problemas del deseo en las generaciones que crecen. 

http://www.eltiempo.com/vida-de-hoy/educacion/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-10906583.html